Volvió una noche
Arturo gaticahabía en su rostro tanta ansiedad,
que tuve miedo de recordarle,
su felonía y su crueldad.
Me dijo humilde, si me perdonas,
el tiempo viejo otra vez vendrá.
La primavera de nuestras vidas,
verás que todo nos sonreirá.
Mentira, mentira, yo quise decirle,
las horas que pasan ya no vuelven más.
Y así mi cariño al tuyo enlazado,
es sólo un fantasma del viejo pasado,
que ya no se puede resucitar.
Calle mi amargura y tuve piedad,
sus ojos azules muy grandes se abrieron,
mi pena inaudita pronto comprendieron
y con una mueca de mujer vencida,
me dijo “es la vida” y no la vi más.
Volvió esa noche, nunca la olvido,
con la mirada triste y sin luz,
que tuve miedo de aquel espectro
que fue locura en mi juventud.
Me dijo humilde, si me perdonas,
el tiempo viejo otra vez vendrá.
La primavera de nuestras vidas,
verás que todo nos sonreirá.
(Se fue en silencio, sin un reproche,
busqué un espejo y me quise mirar.
Había en mi frente tantos inviernos
que también ella tuvo piedad.)
Mentira, mentira, yo quise decirle,
las horas que pasan ya no vuelven más.
Y así mi cariño al tuyo enlazado,
es sólo un fantasma del viejo pasado,
que ya no se puede resucitar.
Calle mi amargura y tuve piedad,
sus ojos azules muy grandes se abrieron,
mi pena inaudita pronto comprendieron
y con una mueca de mujer vencida,
me dijo “es la vida” y no la vi más.