Pa´ madrid
El barriotodo un cuento sin hadas
bastaron dos copiras y una simple mirada
deseo de escapada se palpaba el ambiente
pasabamos tres kilos del decir de la gente
pensamos en voz alta una locura indescente
tener una aventura que no entrara en la mente
le dimos tantas vueltas a una ruta inventada
pusimos la directa rumbo a la madrugada
Nos fuimos pa´ Madrid y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para comernos a besos
sí, sí Madrid
y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para unir nuestros cuerpos.
Recuerdo quellos labios susurrando al oido
llevame de tu mano donde duerma el olvido
presentame tu cuerpo que las ansias me ahogan
pongamos esta noche, sirva como testigo
levantame el pellizco que entra por el ombligo
y come de mi cuerpo sin pagar el tributo
y trepa por mi espalda hasta el ultimo minuto.
Nos fuimos pa´ Madrid y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para comernos a besos
sí, sí Madrid
y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para unir nuestros cuerpos.
Y va muriendo la noche cuando va despuntando el día
eran mis ganas con tus ansias en silencio las mas sutiles melodias
Te voy a contar una historia
todo un sueño encantado
yo soy del que se muere sin tener alguien al lado
me pierdo en la aventura en la pasión de unos besos
en las adversidades sólo soy contrapeso
me considero facil de manitas muy largas
aunque un buen dulcesito nunca a nadie le amarga
te conocí en el sitio a la hora precisa
ven come de mi cuerpo despacito y sin prisa.
Nos fuimos pa´ Madrid y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para comernos a besos
sí, sí Madrid
y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para unir nuestros cuerpos.
Enseñame el abismo que tiene la locura
prometo ir despacio al tocar tu cintura
soy de los que sacian con la simple caricia
hoy voy hacer de ti portada de una noticia.
Nos fuimos pa´ Madrid y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para comernos a besos
sí, sí Madrid
y sin remordimiento
como un deseo infantil buscamos una pensión
para unir nuestros cuerpos.