El regresoEl miura que llevaba en sus adentros,
Estaba dormío, pero no estaba muerto.
Era evidente el monstruo había vuelto
Y se alegraban las mujeres que algún día lo tuvieron.

Y lloraban los famosos, de reciente investidura,
Y reían los que en su ausencia, añoraron su locura,
Se notaba la ilusión en los rostros deslumbrantes,
De los niños, que por críos, no lo conocieron antes.

Porque quien tuvo, retuvo, porque el arte nunca muere,
Si lloramos cuando parte, celebramos cuando vuelve,
Que el talento es caprichoso, imprevisible, pero fiel,
Y allí donde fue querido siempre gusta de volver.

Fue un regalo ver que estaba en lo cierto,
Pues sabía que su regreso solo era cuestión de tiempo,
Cuentan que hubo más de uno, que quisieron ignorarlo,
Pero al sol que brilla tanto, no hay sombrillas pa taparlo.

Y brilló como hizo siempre, y disfrutamos como nunca,
Como antes de marcharse, y dejarnos con la duda.
Fue un despido improcedente, voluntario y diligente,
Fueron solo nueve años, pero parecieron veinte.

Porque quien tuvo, retuvo, porque el arte nunca muere,
Si lloramos cuando parte, celebramos cuando vuelve,
Que el talento es caprichoso, imprevisible, pero fiel,
Y allí donde fue querido siempre gusta de volver.

O retornoO Miura carregando dentro de si mesmo,
Dormio era, mas ele não estava morto.
Era óbvio que o monstro tinha retornado
E as mulheres que tiveram um dia eu exultou.
E gritou o famoso recém investidura
E aqueles que riram na sua ausência, ansiava por sua loucura,
A ilusão nos rostos deslumbrantes manchado
Das crianças, o que não Crios conheci antes.
Porque quem eu era, mantida, porque a arte nunca morre,
Se chorar enquanto celebramos quando ele retorna,
Esse talento é caprichoso, imprevisível, mas leal,
E onde não havia como sempre quis voltar.
Foi um presente para ver que ele estava certo,
Bem sabia que seu retorno era apenas uma questão de tempo,
Dizem que havia mais de um, que queria ignorá-lo,
Mas o sol é tão brilhante, não guarda-sóis pa ligá-lo.
E fez brilhar como sempre, e eu gostava como sempre,
Como antes de sair, e deixar-nos com a dúvida.
Era impróprio, e diligente demissão voluntária
Ele tinha apenas nove anos, mas eles pareciam vinte.
Porque quem eu era, mantida, porque a arte nunca morre,
Se chorar enquanto celebramos quando ele retorna,
Esse talento é caprichoso, imprevisível, mas leal,
E onde não havia como sempre quis voltar.
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