¡que desidia!

Asombro, perplejidad, me dejaste boquiabierto,
si los remos dejas sueltos vas donde te lleve el viento,
pides a la soledad que tome el camino opuesto,
cada uno a su manera vivirá su propio infierno...

Que dejo atrás tus lamentos como quieres que te diga,
que bailo al borde3 del abismo,
que nadie puede robarme mi intención de seguir vivo,
que la ilusión va por delante...

Y seguir por compasión ¡Qué desidia!
Traicionándose a uno mismo para acabar perdido
en la cuenta atrás del mísero sendero,
donde poco a poco se esfuman los sueños...

Anoche volví a soñar, como cuando lo recuerdo,
la esperanza muy despacio mi mano cogió con tiento,
encontré la eternidad donde solo hubo un momento,
desperté de aquel letargo, recogí la baba a tiempo...

Y el frío hiela mi sangre cuando vuelvo a ver el día,
pero me alienta la soberbia,
o en un funesto mañana me da por reírme de todo
y enseño el dedo a mi destino...

Y seguir por compasión, ¡Qué desidia!
Traicionándose a uno mismo para acabar perdido,
para degenerar, para morir viviendo,
cuando te des cuenta te estarás hundiendo...