Sus ojos se cerraron
Julio sosaY el mundo sigue andando,
Su boca que era mía
Ya no me besa más,
Se apagaron los ecos
De su reír sonoro
Y es cruel este silencio
Que me hace tanto mal.
Fue mía la piadosa
Dulzura de sus manos
Que dieron a mis penas
Caricias de bondad,
Y ahora que la evoco
Hundido en mi quebranto,
Las lágrimas prensadas
Se niegan a brotar,
Y no tengo el consuelo
De poder llorar.
¡Porqué tus alas tan cruel quemó la vida!
¡Porqué esta mueca siniestra de la suerte!
Quise abrigarla y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
Con sus limosnas de alivio a mi tormento.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
¡Hoy está solo mi corazón!
Como perros de presa
Las penas traicioneras
Celando mi cariño
Galopaban detrás,
Y escondida en las aguas
De su mirada buena
La muerte agazapada
Marcaba su compás.
En vano yo alentaba
Febril una esperanza.
Clavó en mi carne viva
Sus garras el dolor
Y mientras en las calles
En loca algarabía
El carnaval del mundo
Gozaba y se reía,
Burlándose el destino
Me robó su amor.
¡Porqué tus alas tan cruel quemó la vida!
¡Porqué esta mueca siniestra de la suerte!
Quise abrigarla y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
Con sus limosnas de alivio a mi tormento.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
¡Hoy está solo mi corazón!