Casi la mato
La barraLlego a mi casa como el ángel que esperaba.
Cuide de ella sin importarme lo que hablaran.
Me dijo que era el hombre a quien ambicionaba.
Que al lado mío su razón tenia un mañana.
Le di de mi corazón, mi ser, mis años.
Y nos unimos por el más sagrado lazo.
Todo iba bien y en su actitud nada de extraño.
Fuimos felices hasta el día de su engaño.
Casi la mato señor juez,
no me arrepiento es la verdad.
Yo sé que usted va a comprender,
sobre la Biblia de jurar,
como se puede perdonar
a quien traiciona con un modo no natural.
Yo lo encontré a mi propio hermano entre sus brazos.
No se imagina usted que trago tan amargo.
Si hubiera sido otro tal vez no importaría.
No comprendía esa ironía de la vida.
Le dispare sin impórtame si moría.
Casi la mato y cien mil veces mas lo haría,
si me quito lo mas preciado que tenia.
Sentí impotencia no creí lo que veía.
Si salgo libre juro que la mataría.
Y diga señor juez,
que haría usted también,
al ver su vida asi desfallecer.
Ay, por eso señor juez,
si salgo en libertad,
le juro que esta vez la matare.
Le juro que esta vez la matare.
(Javier Brizuela. “Siempre...en onda” c.d. nº: 4)
CaRiTo LuNa!!