Alma en pena
Pampa yakuzaque en la cerrar perdió su maletín.
En el traía todo su tesoro
y lo que iba encontrando por ahí.
Alguien le dijo: "Tenga cuidado,
la calle es dura. Se come a cualquier fulano".
No le importaba qué le dijeron,
su mundo para él ya no valía la pena.
Y así es que fue, todo terminó.
El vagabundo sólo en ese callejón.
Ya no quedaba ningún sentido,
se fue buscándola en cada suspiro.
Cuando encontraron su flaco cuerpo,
las huellas delataban un pasado cruel y austero.
A pocos metros, un maletín,
con un aspecto que lo aparentaba a un ruín.
En el silencio lo inspeccionaron,
había fotos y una carta escrita a mano.
La que decía que la extrañaba
y que su vida no valía nada.
Y así es que fue, todo terminó.
El vagabundo sólo en ese callejón.
Ya no quedaba ningún sentido,
se fue buscándola en cada suspiro.
El alma, cuando muere el amor, ya no es la misma.
Un pedazo de vida, se va con él.
Transformando un querer en una amargura viajera.
Esperando volverlo a ver o ser, para siempre, un alma en pena.
Y así es que fue, todo terminó.
El vagabundo sólo en ese callejón.
Ya no quedaba ningún sentido,
se fue encontrándola en cada suspiro.
que no próximo perdeu sua pasta.
Ao trazer todo seu tesouro
eo que foi encontrado lá.
Alguém disse: "Tome cuidado,
rua é dura. Ele come qualquer cara ".
Ele não ligava para o que eles disseram:
seu mundo a ele e não vale a pena.
E assim foi, acabou.
O vagabundo só naquele beco.
Não havia mais nenhum sentido,
fui procurar em cada respiração.
Quando encontraram o corpo magro
traído traços passado cruel e austera.
A poucos metros de distância, uma pasta,
com um olhar que parecia estragar tudo.
No silêncio inspecionado,
tinha fotos e uma carta escrita à mão.
Dizendo que ele perdeu
e que sua vida não valia nada.
E assim foi, acabou.
O vagabundo só naquele beco.
Não havia mais nenhum sentido,
fui procurar em cada respiração.
A alma, quando o amor morre, não é mais o mesmo.
Um pedaço de vida, vai com ele.
Transformar um viajante querendo uma amargura.
Com a esperança de vê-lo novamente, ou seja, para sempre, um demônio.
E assim foi, acabou.
O vagabundo só naquele beco.
Não havia mais nenhum sentido,
foi encontrá-lo em cada respiração.