Relatos de una historia
Amistades peligrosasPero siento que sin ti no hay paz
Guardas tu mirada al verme pasar
Dime, aïcha, ¿qué te puedo dar?
Aïcha, aïcha, libérame
Aïcha, aïcha, ámame
Aïcha, aïcha, respétame
Aïcha, aïcha, ámame
El pecado de ser africanos en Madrid
Abrí los ojos para ver
Que no llega el sol aquí
El pecado de ser ébano, sangre y marfil
Si miras bajo su piel
Hay un mismo corazón
Eh, eh, eh, eh, me haces tanto bien
Eh, eh, eh, eh, me haces tanto bien
Amor forjado a base de querer
Silencio en el corazón
Amor que entiende que no hay que esconder
Que ahora es sólo de ellas dos
Eh, eh, eh, eh, me haces tanto bien
Eh, eh, eh, eh, me haces tanto
No tocar, peligro de muerte
Oh, no tocar las tibias y la calavera
Hacen dudar, me hacer ir más allá
Verte correr, verte pedirme más
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me haces tanto bien
Me quedaré (tía, sin tu alegría)
Me quedaré (seré un pringao)
Me quedaré
Me quedaré solo
Me quedaré (tía, sin tu valía)
Me quedaré (caeré en picao)
Me quedaré
Me quedaré solo
Casi nunca bailáis
Casi nunca bailáis
Me quedaré solo
Casi nunca bailáis
Casi nunca bailáis
Me quedaré solo
Casi nunca bailáis
Casi nunca bailáis
Me quedaré solo
Casi nunca bailáis
Casi nunca bailáis
Casi nunca bailáis