Coplas de la cocina

Como ojito de papa son las penitas
De afuera se ve poco de lo que habita
Adentro de la papa, sola, solita

Cuando pelo cebolla, capa por capa
Parece que desnudo alguna palabra
No sé si llorar de pena o de asombrada

Si en la paila de cobre baila algún dulce
Lo muevo despacito que no se asuste
Y la fruta regale todo el perfume

Qué comería el diablo cada mañana
Para tener la cola tan colorada
Ajicito le han dado, mala palabra

Porque juegan en ella todas las letras
Y cabellos de un ángel la hacen espesa
Ay sopita caliente, quién la tuviera

Ay ay ay, ay ay ay
Mientras cocino yo canto, sí