A el cambacito
Conjunto ivoti
Que difícil es en verso, decirte cuanto penaron,
los menchos humildes que tanto te admiraron,
se apago tu luz y el domingo fue de tristeza y dolor,
tu voz fue un mudo silencio, se fue un gran soñador.
te llamaban "el cambacito" y eras un zorzal radial,
Javier Fernández Ortiz de estampas del litoral,
en esas madrugadas de frio, tu voz fue compañera y amiga,
eras un luchador incansable, para vos fue dura la vida.
chiquisuela, doña nelva y el chamigo olivera,
perdieron a su creador,
dejaste siembra fecunda, todo un camino de amor.
hoy se apago tu estrella para brillar en el cielo,
eras atento y servicial, fuiste la voz de mi pueblo,
pero entonces como olvidarte, como decir que no estás,
como pensar que no volverás, donde continuaras tu lucha tenaz.
tu hasta siempre chamigos cuera, será recuerdo en mi gente,
tu imagen de hombre bueno, aun continua latente,
cambacito ... estas presente,
en el aire tu voz canta, el llanto nubla mis ojos,
y enmudece mi garganta,
tal vez, digo ... no sé, pero quizás allá en el cielo,
canten ángeles con versos de viejos chamameceros,
y en un dos hileras brille el don walberto final,
que fue tu fiel compañero en tu estampas del litoral.
los menchos humildes que tanto te admiraron,
se apago tu luz y el domingo fue de tristeza y dolor,
tu voz fue un mudo silencio, se fue un gran soñador.
te llamaban "el cambacito" y eras un zorzal radial,
Javier Fernández Ortiz de estampas del litoral,
en esas madrugadas de frio, tu voz fue compañera y amiga,
eras un luchador incansable, para vos fue dura la vida.
chiquisuela, doña nelva y el chamigo olivera,
perdieron a su creador,
dejaste siembra fecunda, todo un camino de amor.
hoy se apago tu estrella para brillar en el cielo,
eras atento y servicial, fuiste la voz de mi pueblo,
pero entonces como olvidarte, como decir que no estás,
como pensar que no volverás, donde continuaras tu lucha tenaz.
tu hasta siempre chamigos cuera, será recuerdo en mi gente,
tu imagen de hombre bueno, aun continua latente,
cambacito ... estas presente,
en el aire tu voz canta, el llanto nubla mis ojos,
y enmudece mi garganta,
tal vez, digo ... no sé, pero quizás allá en el cielo,
canten ángeles con versos de viejos chamameceros,
y en un dos hileras brille el don walberto final,
que fue tu fiel compañero en tu estampas del litoral.
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