Manos abiertas
El desvan del duendePor la mañana con que madrugo,
por la esperanza que espera el triunfo,
por tu sonrisa entrecortada,
por tu lucero en mi ventana.
Llegará la noche nueva,
las amapolas sin primavera,
las locuras, los desencuentros,
las estrellitas sin firmamento...
Ganaré,
mientras todos se contagien con mi ser.
Viviré,
con las manos abiertas, manos abiertas...
Tu serás el animal que vuela solo,
la esmeralda que planea convertirse en mi tesoro.
Yo seré la eterna mariposa
que no se posa ni reposa en los tormentos de tu piel.
Volverán
los tiempos del amor por desnudar.
Mirarás
con los ojos cerrados, ojos cerrados.
Todo son mendrugos de tristeza,
cuando en mis brazos de niño no siento tu inocencia.
Todo es la parte de este cuento
que inventé pensando en ti quizá sin fundamentos.
De promesas y pecados que cumplir,
con la luna en su entereza para ti.
Mi locura, mi bravura, mi pasión
crece el mundo en mis adentros sin color. (Bis)