Tardecitas estuleras
Héctor marcóy alguna copita fuerte,
que pa´ relojear mi suerte
voy a caer al estud.
Y si ya diste ración
entrompetá los potrillos,
el alazán y el tordillo
han de brillar como luz.
Ajustales el vendaje
no les mezquinés la cama,
úntale bien el masaje,
ancas paleta y riñón
y si andan de manos tiernas
cuidao con la sobre caña,
las cuerdas por donde cañan,
ranilla, vaso, y garrón.
Vigiláme los peoncitos
y en las mañanas de apronte,
dale a Chiafa que los monte
y acomodáte el reloj.
Que aligerao por tu mano,
en las primeras partidas
allí nomás de salida
marcarán cuarenta y dos.
Después buscale una corta
si no es mil cuatro, una milla,
que al cerrar la ventanilla
cuando alce el reo el clamor.
En un final de emociones,
de pingos y chaquetillas,
allí estarán mis colores
al tope del marcador.
Mi gloria el ser burrero
tener un "pur-sang" de escudo
será porque de muy tierno
me hice a la buena de Dios
y allá por el año treinta
en los asaos de Berasa
canté mis primeras bazas
junto a las puertas de un box.
Tardecitas estuderas
de San Isidro y Palermo
si no las vivo me enfermo
por eso grito en salud.
Ricardo prepará el mate
y alguna copita fuerte
que pa´ relojear mi suerte
voy a caer al estud.