Jabier muguruza

Trikuarena

Jabier muguruza
TRIKUARENA

El erizo despierta al fin en su nido de hojas secas
y acuden a su memoria todas las palabras de su lengua
que, contando los verbos, son poco más o menos veintisiete.
Luego piensa: El invierno ha terminado,
Soy un erizo, Dos águilas vuelan sobre mí
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?
Ahí está el río, Es mi territorio, Tengo hambre.
Y vuelve a pensar: Es mi territorio, Tengo hambre
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?
Sin embargo, permanece quieto, como una hoja seca más
porque aún es mediodía, y una antigua ley
le prohibe las águilas, el sol y los cielos azules.
Pero anochece, desaparecen las águilas, y el erizo,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
Desecha el río y sube por la falda de la montaña,
tan seguro de sus púas como pudo estarlo
un guerrero de su escudo, en Esparta o en Corinto
Y de pronto atraviesa el límite, la línea
que separa la tierra y la hierba de la nueva carretera,
de un solo paso entra en tu tiempo y el mío
Y como su diccionario universal
no ha sido corregido ni aumentado
en estos últimos siete mil años
no reconoce las luces de nuestro automóvil,
y ni siquiera se da cuenta de que va a morir.

Encontrou algum erro na letra? Por favor envie uma correção clicando aqui!