Como un pitillo en la oreja
Jorge yáñez y los morosAunque tú no me quisiste,
Dejaste que te quisiera
Y cosechaste mi amor,
Con la misma indiferencia,
Con que se acepta un pitillo,
Para dejarlo en la oreja
Y fumárselo más tarde,
Cuando haiga la conveniencia.
Así anduvo mi cariño,
Por calles, surcos y siembras,
Desde que empezó el verano,
Hasta media primavera,
Lo trajinaste de a pie,
A caballo y en carreta,
Lo remojaste en el rio,
Lo echaste al viento en la hoguera
Y lo llevaste a un pingajo,
A un velorio y a la iglesia.
(Recitado)
De tanto andar olvidado
Como un pitillo en la oreja
Mi amor se fue resecando
Y perdiendo hebra por hebra
Y cuando al fin lo encendiste
Quizás por condescendencia
Con la primera chupada
Te llevaste la sorpresa
De hallar en vez de tabaco
Humo de paja reseca
Entonces te llegó el turno
De saber lo que es canela
De confesar tu renuncio
De dar mansita la oreja
Y de picar la cebolla
De querer sin que lo quiera
Pensaste tu alguna vez
Que la vida da más vuelta
Que las que hay en las coyundas
De un tiro de seis pareja
Y que hoy se habría de ver
Tan trillada tu soberbia
Que te pondrías a llorar a gritos
Frente a tu puerta
Y no querrías ni a palo
Soltarte de mí estribera
Cuando fui a decirte adiós
Y a devolverte tus prendas.
(Cantado)
Ya que estrujamos verdades,
Atado, limpia y abierta,
No te olvides del refrán,
Del pozo, el jarro y la oreja,
De que no hay que estirar mucho,
Las cuerdas de la paciencia
Y de que el genio y el vino,
Se avinagran con la espera.
(Recitado)
Así cuando en adelante
Topes a alguien que te ofrezca
Su caballo o su amistad
Su amor o su cigarrera
No importa lo que decidas
Pero una o dos… toma o deja
Sin andarte por las ramas
Con si eso no, eso a medias
Que si hay pingos que aguantan
Maneados la tarde entera
Los negros de mi tropilla
Ya al minutos corcovean
Con hombres como este amigo
Mi’jita nadie se juega
Nos gusta la chicha clara
Y la mazamorra espesa
Los potros duros de hocico
Las yeguas como una ce’a
Se nos quiere o se nos odia
Se nos toma o se nos deja
Pero de una vez por todas
Cara a cara y sin reserva
Y si hay que correr pencazos
Besos, tajos lo que sea
No damos pera de guarda
Ni porotos para siembra
Ni menos pitillo de hoja
Para adorno de la oreja.
Y ahora de punto final
Un melón de mi cosecha
“Ten siempre un pitillo a mano
Pero que otro te lo encienda”.