Miseria humana
Lisandro mezaEstando el mundo dormido
Buscando un amor perdido,
Pase por el cementerio,
Desde el azul hemisferio,
La luna su luz ponía,
Sobre la muralla fría,
De la necrópolis santa.
En donde a los muertos canta,
El búho su triste elegía,
La luna y sus limpideces,
A las tumbas ofrecía,
Y pulsaba en la luz fría,
El arpa de los cipreses.
Con aquella logubreses,
De mi corazón hermana,
Y me inspiraron con gana,
Interrogar a la parca,
Entré a la glacial comarca,
De las miserias humanas...
Acompañado de incienso,
Los difuntos visité
Y en cada tumba dejé,
Una lágrima y un verso,
¿Estaba allí de perverso
Entre seres no ofensivos?
¿Fui a perturbar los cautivos
De los sepulcros desiertos?
¡No! Fui a buscar a los muertos
Por tener miedo a los vivos.
La noche estaba muy bella
Y el aire muy sonoro,
Y en una dalia de oro,
Semejaba cada estrella
Y la brisa sin querella,
Por ser voluble y ser vana
En esta mansión arcana,
Corría llena de embeleso
Dejando sus frescos besos,
En las miserias humanas...
La luna seguía brillando,
En el azul de los cielos
Y las nubes con su velo,
Sin miedo la iban tapando
Y en procesión pasando,
Por la inmensidad secreta
Iba la brisa inquieta
Y retozaba en el sauco
Que emperlaba con su luz
Diana la novia del poeta
La luna que diana es,
En aquella hermosa noche
Se abrió como el auro broche,
Como una flor de prendiez
Sentí temblaban mis pies,
En tan lobregüe mansión
Y como revoltociano
Temblaba mi corazón
Bajo de un ciprés sombrío,
Y verde cual la esperanza
Y con fúnebre sellanza,
Estaba un cráneo vacío
Yo sentí pavor y frío,
Al mirar la calavera
Pareciendo que en su esfera,
Como que se reía de mi
Y yo de ella me reí,
Viéndola en tal miseria
Dime humana calavera,
Qué se hizo la carne aquella
Que te dio hermosura bella,
Cual lirio de primavera
Que se hizo tu cabellera,
Tan frágil y tan liviana
Dorada cual la mañana,
De la aurora el nacimiento
Que se hizo tu pensamiento,
Responde miseria humana...
Calavera sin pasiones,
Di que se hicieron tus ojos
Con que mates de hinojo,
Alhélicos corazones
Que represos de ilusiones,
Te amaron con soberana
Pasión que no era villana,
En estas horas tranquilas
Di que hiciste tus pupilas,
Responde miseria humana...
Calavera qué infeliz,
Te beso en luna de plata
Y por qué te encuentra ñata,
Si era larga tu nariz,
Donde esta la masa gris,
De tu cerebro pensante
Donde está el bello semblante,
Y tus mejillas rosadas
Que a besos en noche helada,
Quiso comerse un amante
Yo soy el cráneo de aquella,
A quién le cantaste un día
Pues más que no merecía,
Porque no era así tan bella
Como la primera estrella,
Del oriente el tulipán
Donde las auroras dan,
El rocío que se deslíe
Aquí el que de mi se ríe,
De él mañana se reirán
Aquí está la gran verdad,
Que sobre el orgullo pesa
Aquí la gentil belleza,
Es igual a la fealdad
Aquí acaba la maldad,
Y la bondad tan preciada
Aquí la mujer casada,
Es igual a la soltera
Me decía la calavera,
Con una voz apagada
Yo escuchando aquellas cosas,
Tan llenas de horrible espanto
Salí de aquel campo santo,
Como fugaz mariposa
La luna llena y rabiosa,
Ver que en su lumbre fugaz
Y la calavera audaz,
Dijo al verme correr
Aquí tienes que volver,
Y calavera serás...