Que la noche es de huir
Paco belloSi tu cara endiosa el triunfo,
Y ser dios es perder una manta,
La que te hace soñar tan desnudo.
Que el desengaño da besos con hueco,
Y ese hueco es de un corazón,
Que te hablo en tono pequeño,
Porque así ya te veo mejor.
Que andamos en busca del juego,
Que te vendo calor y te olvido
Que te quedas perplejo en el medio,
Sin saber comentar tanto ruido.
Que añoras los rizos del juego,
Esa risa de barro infantil,
Esa forma de hacer monumentos,
Con las manos y el arte, de mancharse feliz.
Y, te aprieto contra mi,
Para que no se me crucen los cables,
Que la noche es de huir, que la noche es de huir.
Y, te aprieto contra mi,
Para que no se me crucen los cables,
Que la noche es de huir, que la noche es de huir.
Que me sé tu calor de memoria,
Por si un día te vas o te escondes,
Que la vida se acerca tan loca
Que me llena la piel de bisontes.
Que mañana ya estoy de regreso,
La autopista va sólo hacia ti,
Que triunfo mojarse en el tiempo,
Y levantarse empapado de abril.
Que le pongo tu nombre a las calles,
Que me muero en tus ojos charlando,
Que descubro un nuevo detalle,
Cuando ríes y abres los brazos.
Que añoras los rizos del juego,
Esa risa de barro infantil,
Esa forma de hacer monumentos,
Con las manos y el arte, de mancharse feliz.
Y, te aprieto contra mi,
Para que no se me crucen los cables,
Que la noche es de huir, que la noche es de huir.
Y, te aprieto contra mi,
Para que no se me crucen los cables,
Que la noche es de huir, que la noche es de huir