El hombre y los cinco cuervos
Raúl ybarnegarayFue de esa manera que descubrió que el dolor venía de adentro
Hubo una vez un hombre presa del dolor
Tanto sufrió, se consumía en el ardor
Llevaba tapados los ojos por tanta agonía
Y no aclaraba muy bien qué lo consumía
Solo podía sentir picotazos
Que le hacían el cuerpo pedazos
Cinco cuervos le sobrevolaban
Cinco cuervos -presumía- le atacaban
Al primero mató, resistiéndose a su ofensa
Pero nada obtuvo en consecuencia
Y el daño y el dolor persistían
Poco a poco se lo carcomían
Cuatro cuervos le sobrevolaban
Quedaban cuatro cuervos que atacaban
Al segundo y al tercero aniquiló
Y el dolor ni siquiera cesó
Peleando quedó con las aves
Y se vio libre de cuatro animales
Solo un cuervo le sobrevolaba
Solo un cuervo, tal vez, le atacaba
Quedó muerto el último cuervo
Y el dolor persistía en su cuerpo
Tal vez los cuervos que creía atacantes
No eran más que sus propios semblantes
Y fue al fin que entendió los dolores
Como efecto de sus propios temores