Botellas de mar
Real de catorcela dama venérea y un viejo que hace blues
cada puerta es como un bálsamo bendito
para el miedo: el amor y la piedad.
En esta calle flotan botellas de mar.
En mi calle duerme el diablo en una estufa
corta cartucho y mata un violador
una niña más de plata resplandece
como flor de Sodoma, en la quietud.
En esta calle flotan botellas de mar.
Pide un deseo en mi calle
y verás la pasión de Jesús.
Pide un deseo en mi calle
y tendrás el perdón de un ladrón.
En mi calle baila un ángel pandillero
al pie de su tumba, un Chevy 56
de sus alas cuelgan crímenes pequeños
y un tornado al este de su Edén.
En esta calle flotan botellas de mar.
En mi calle nunca ha entrado un policía
es duro el sendero, oscuro el callejón
por el ojo de aguja
de este reino arden Roma y el trono del Señor.
De esta calle flotan botellas de mar.
Pide un deseo en mi calle
y verás la pasión de Jesús.
Pide un deseo en mi calle
y tendrás el perdón de un ladrón.
En mi calle rigen lunas vangoghianas
rojas de brandy y crudas de vermouth
una ráfaga de noche mexicana
parte el labio de mi alma de norte a sur.
En esta calle flotan botellas de mar.