Si llueve en sevilla
Andrés suárez
Como llueve en sevilla, un otoño marrón
El hotel es un acto de amor para dos, pero tú no estás, vida
He bajado a la calle
Me ha subido el calor del acento que quiere escuchar mi colchón
Era un sábado tarde.
Y ahí voy...doblando una esquina se dobla el amor
Había una morena vendiendo pulseras, gritando veloz, cantando saetas
La miro, me voy... Pero di la vuelta
¿Qué hago? Me digo... Me mira se ríe de mi
Si quieres gallego te llevo hasta el río... Le dije que si
Fui a una torre que brillaba y vi como nos temblaba el cielo
Fuimos de la mano y dijo si, cuando dije ya te quiero
Fuimos, en pasado, entablao flamenco
Y pude ver el cielo desde abajo cuando dijo susurrando
Dame un beso y no saludes a esa que tienes al lado...
Casi amanecía cuando toda la alameda me aplaudió
Cuando mordía más al sur de su cadera y ahí me vine tan arriba
Que pedimos cama y dos mil horas más
Pero al llegar el día, el día siguiente me refiero
Ni siquiera un te quiero en la pared.
Era lo que temía tal vez todo fuera un sueño
Bajé corriendo desnudo y sin fe
Hubiera gritado su nombre pero no lo dijo, hubiera dado todo esta vez
Pero al doblar la esquina al dia siguiente no habia ruido
Y en lugar de gritarle, me callé
Por eso si veis que llueve en sevilla
Es que estoy recordando su piel
El hotel es un acto de amor para dos, pero tú no estás, vida
He bajado a la calle
Me ha subido el calor del acento que quiere escuchar mi colchón
Era un sábado tarde.
Y ahí voy...doblando una esquina se dobla el amor
Había una morena vendiendo pulseras, gritando veloz, cantando saetas
La miro, me voy... Pero di la vuelta
¿Qué hago? Me digo... Me mira se ríe de mi
Si quieres gallego te llevo hasta el río... Le dije que si
Fui a una torre que brillaba y vi como nos temblaba el cielo
Fuimos de la mano y dijo si, cuando dije ya te quiero
Fuimos, en pasado, entablao flamenco
Y pude ver el cielo desde abajo cuando dijo susurrando
Dame un beso y no saludes a esa que tienes al lado...
Casi amanecía cuando toda la alameda me aplaudió
Cuando mordía más al sur de su cadera y ahí me vine tan arriba
Que pedimos cama y dos mil horas más
Pero al llegar el día, el día siguiente me refiero
Ni siquiera un te quiero en la pared.
Era lo que temía tal vez todo fuera un sueño
Bajé corriendo desnudo y sin fe
Hubiera gritado su nombre pero no lo dijo, hubiera dado todo esta vez
Pero al doblar la esquina al dia siguiente no habia ruido
Y en lugar de gritarle, me callé
Por eso si veis que llueve en sevilla
Es que estoy recordando su piel
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