La señora del chalet
Edmundo riveroDejá el convento mistongo,
Que lo que yo te propongo
Allí no lo has de encontrar.
Vas a ver qué tren diquero
Con tu nueva indumentaria,
Pa'que bronquen las otarias
Que tienen que laburar.
Te voy a empilchar debute
En una maisón francesa,
Ya de blanco, ya de fresa
Ya de paño o crepmongol,
Con cuatro o cinco pulseras,
Un pendantif con brillante,
Y un zarzo con un diamante
Más brilloso que un farol.
Dejarás de ser la pobre
Mistonguera mishia grela,
Y una vez llena de tela
Cambiás de nombre también:
Te encajás uno de aquellos
Propiamente afrancesados,
Y verás que a tu pasado
Sin grupo le hacés amén.
Tendrás un chofer debute
Postamente uniformado,
Y un buen cuzquito mimado
Que te ayude a dar chiqué
Aquí, los giles del barrio,
Al ver tu pinta y tus bienes,
Dirán todos "allá viene
La señora del chalet".
Tendrás piano en vez de radio
Y un lujoso mobiliario,
Figurarás en los diarios
En galería social,
Aunque yo pa mantenerte
Esté siempre engayolado,
Y eternamente escrachado
En crónica policial.